Los arcos -grañon 93 Km

Nos levantamos a las 6.15 y desayunamos en el albergue de lo que compramos el dia anterior para ese motivo. Salimos a las 7.30 desde Los Arcos hacia Viana pasando por Sansol y Torres del Río y escalando la mataburras (una rampa de elevado desnivel donde en tiempos a las burras rebentaban al subirla con sus alforjas llenas) después pasamos algunos repechones y subidas chungas donde Miguel se quedaba para dar paso a un buen camino hasta Logroño. No haré rimas, vale? En Logroño 10.30 compramos un bidón que Miguel perdió en la bajada del alto del Perdón y merendamos bastante bien y bueno. Salida a las 11.45 hacia Navarrete muy bonita bordeando un parque precioso con un gran lago central llamado Pantano de la Grajera después subida buena, bajada y luego falso llano chunguillo hasta Navarrete y después altibajos de 14 Km hasta Nájera. Comimos allí en el restaurante la Amistad, comida buena. Salida con subida, una vez arriba en una roca grande Paco puso con piedrecitas el nombre de nuestra web tira-tira bajada y llaneo con buen ritmo hasta llegar a Santo Domingo de la Calzada donde dimos karcher a las bicis y decidimos hacer 6 Km de bajada más hasta Grañón. El albergue de Granón, que está en la misma iglesia valió la pena, encontramos el verdadero espíritu del camino donde los hopitaleros Alvaro Marina y Pilar nos acogieron con los brazos abiertos diciendo que el albergue no valia nada y que sólo pedían la voluntad, incluso que si necesitabamos dinero que lo cogieramos. Sólo nos pidieron participar en preparar la cena comunitaria de todos los peregrinos que estábamos allí (al igual que se lo pidieron a cada uno de los peregrinos que estaban allí). La cena fué comunitaria y allí pudimos hablar y conocer gente de todo tipo. A Juan Manuel, madrilleño que hacía el camino a base de fruta y hortalizas y rebosaba simpatia y servicio a los demás, un tipo cojonudo, le cogimos cariño. A Jorge, de Huesca, que sin cobrar nada pinta la iglesia y echa una mano a todos los albergues de la zona, un tipo muy cachondo que no para de contar chistes. Incluso conocimos a una hipnotizadora que ayuda a quitar fobias y dejar de fumar. Al final de la cena a Toni y a Miguel los castigaron por interrumpir la charla de pilar a fregar platos, rompieron un vaso y dejaron de fregar ya que Tolo terminó la faena. Durmimos en el coro de la iglesia. Fué una experiencia bonita.